NOTICIA
Felix Baumgartner pasó buena parte de su infancia subido a un árbol. El aventurero que cautivó a todo el planeta el 14 de octubre de 2012, al saltar al vacío desde la estratosfera y convertirse en el primer ser humano que rompió la barrera del sonido con su cuerpo, siempre envidió a los pájaros.
«Desde que era niño, mi sueño fue ver el mundo desde arriba», recuerda el heroico saltonauta, en una entrevista exclusiva concedida a EL MUNDO con motivo de la publicación de su autobiografía, Mi vida en caída libre (ed. Planeta).
Baumgartner ha colgado su casco de paracaidista para siempre, y ahora se dedica a dar conferencias por todo el mundo sobre cómo vencer el miedo. El hombre supersónico confiesa que poco antes de lograr su hazaña, sufrió una crisis de ansiedad y estuvo a punto de tirar la toalla.
CUENTO A PARTIR DE LA NOTICIA
CUMPLIR MI SUEÑO
No hace mucho tiempo,vivía un niño llamado Samuel con sus padres en una casa de Granada. Samuel, tenía 8 años, era moreno con ojos verdes y no muy alto, ya que era pequeño. A el le encantaba todo lo relacionado con los planetas, las estrellas, para resumir: El Universo y todo lo relacionado con el.
Todas las noches Samuel se asomaba a la ventana de su habitación, y con su telescopio miraba las estrellas, y siempre decía:"Me gustaría ver la Tierra desde arriba". Y ese era su sueño, y le encantaría poder hacerlo realidad, a el no le daba miedo nada.
20 años después, Samuel decidió cumplir su sueño, fue a hablar con muchas personas y nadie creía que pudiese conseguirlo, ya que lo que quería era romper la barrera de sonido a una velocidad de vértigo.
Esa noche, en la que le dijeron que no podían ayudarlo a hacerlo, miró por la ventana como solía hacer cuando era pequeño y se recordó mirando por la ventana y recitando la misma frase de siempre.
Samuel se tumbó en su cama se tapó con todas las mantas, no estaba nada tranquilo, pero intentó dormir. -Me gustaría ver la Tierra desde arriba. -dijo -Y no voy a parar hasta conseguirlo. Después de decir todo esto se quedó dormido como un bebe.
A la mañana siguiente cuando se levantó, fue al cuarto de baño a lavarse la cara, cuando terminó fue a la cocina y se preparó un tazón de leche con cereales, cogió una cuchara y empezó a comer. Cuando se estaba lavando los dientes lo llamaron a teléfono móvil, se enjuagó la boca corriendo y atendió la llamada; de fondo se escuchaban varias voces hablar al unísono y de pronto se callaron todas. Un hombre dijo: -Hola, buenos días. -Buenos días, ¿Quién habla? -Soy Andrés y quiero hacer tu sueño realidad. -¿Que sueño? -Pues, el de subir arriba y ver la Tierra... -¡¿De verdad?! Gracias, muchas gracias. -De nada, hombre, me pareció interesante y tengo un buen equipo que podría ayudarnos. Creo que para el 30 de abril lo tendré todo reparado para que puedas ir, ¿te parece buena idea? -Sí buenísima -Pues ya nos veremos el día 30 en la Estación Espacial a las 10:30 de la mañana. -Vale, adiós. -Adiós.
"Genial", gritó Samuel nada más colgar. Llamó a toda su familia para contarlo y también a sus amigos. Todos se pusieron contentos por el.
Todo fue muy costoso pero repartieron las partes que pagaban cada uno, y con el dinero de los patrocinadores y familiares que lo ayudaron, todo salió perfecto.
Y cuando por fin llegó el día 30 de abril, Samuel estaba nervioso y a la vez impaciente. No paraba de sonarle el teléfono, tanto el de casa como el del móvil. Se vistió muy rápido y se dirigió hacia la Estación Espacial en su coche azul.
Cuando llegó había muchas personas, con cámaras y sin ellas, bien vestidos y otros en chándal... Ente ellos estaba Andrés hablando por el teléfono móvil. Se acercó un hombre con traje espacial y le dijo: -Aquí tienes tu ropa,(traje espacial) vístete ahí dentro. -Vale.-contestó Samuel.
A los 15 minutos ya le estaban poniendo el oxígeno, y lo metieron en la nave. Era pequeña y de color gris y blanca por dentro. Tenía miles de botones. Empezó a subir, el estaba muy nervioso. A su derecha había una pequeña ventana. Samuel no dejaba de mirar por ella con la boca abierta, estaba asombrado. Cuando la nave paró el salió con mucho cuidado, estaba sin palabras, la Tierra era preciosa; cuando tuvo que tirarse dijo:"Lo conseguí". Después, ya abajo había mucha gente el estaba feliz, inquieto, sorprendido...
Después de un rato le hicieron una entrevista y cuando terminó se fue muy cansado a su casa. Se duchó, comió y se durmió un rato, esta vez muy tranquilo, había cumplido su sueño, había luchado por el y lo acababa de conseguir.
Todos los días tenía varias entrevistas. Era un gran famoso.
Al año siguiente escribió un libro y lo publicó. Trataba de su experiencia desde bien pequeñito, hasta que cumplió su sueño y mucho más, de entrevistas y mas cosas que le han pasado a lo largo de su vida.
FIN
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